“Este edificio se comenzó a construir en 1888, bajo Alcaldía de León Herrero y sobre los terrenos del anterior Consistorio…”. Así comienza la placa conmemorativa que ayer se descubrió para conmemorar el 130 aniversario del Ayuntamiento de Pozoblanco (en su parte antigua). El 19 de julio de 1890 se inauguró la nueva Casa Consistorial con una fachada de 14 metros y de fondo 5,20 metros, donde antes había también una carnicería pública para abastecer de carne al pueblo, el patio con el corral y un pozo a la sombra de una higuera. Por donde se sube al reloj estaba la ‘Jiguerilla’ que eran los antiguos calabozos.
El diseño del ayuntamiento corrió a cargo de Pedro Alonso Gutiérrez. Un edificio de estilo neoclásico que era el único en el pueblo-por aquellos entonces- que tenía dos plantas. Cuesta trabajo creerlo cuando hoy vemos una colmena de pisos que hay en cualquier parte.
Como dice en muchos de sus artículos Arturo Luna, el Ayuntamiento “era la vida política del pueblo aparte de ser el centro de todo”. En la puerta se juntaban los jornaleros al anochecer para cuando llegaran los hombres del campo para contratarlos en las faenas agrícolas. 130 años de un hecho histórico bajo la alcaldía de León Herrero que no solo inauguró-en su época de alcalde- el ayuntamiento. También el cementerio municipal.
La historia de Pozoblanco, como la de tantos pueblos, debería conocerse más a fondo por lo que actos conmemorativos, como el de ayer, deben servirnos para saber un poquito más de nosotros. El alcalde de Pozoblanco, Santiago Cabello, incidió en lo que representa el ayuntamiento al igual que el concejal de Patrimonio, Alberto Villarejo, quien cumplía ayer 26 años. Es decir, cuando él nació el Ayuntamiento llevaba ya 104 años construido con la nueva reforma que ayer se conmemoró.