Estos días serán muy diferentes. El coronavirus ya ha dejado sus primeros casos en el mundo del deporte: España, Italia, etc. Aunque en un principio la intención era disputar los enfrentamientos a puerta cerrada, por motivos de máxima seguridad, todas las competiciones han quedado suspendidas por, al menos, dos jornadas. Con el paso de los días, se evaluará si estos aplazamientos van a más.
La intención era que todos los partidos se disputasen con total normalidad, pero sin público. Esto generó un revuelo entre aficionados y jugadores. Además, no era la medida más conveniente, pues, aunque no se concentraran en masa dentro de estadios o campos, muchos seguidores quedaban para animar a su equipo desde fuera del recinto, por lo que la medida no tenía demasiado efecto preventivo.
Tras varias reuniones, se decidió que ni las categorías inferiores de fútbol, fútbol sala y Tercera División, así como balonmano y el baloncesto jugarían dichos partidos, dándolos por aplazados. El jueves por la mañana se sumaron Primera y Segunda División. Esta medida también ha generado cierto revuelo, ya que si esta situación se sigue alargando se podrían dejar las clasificaciones tal y como están en algunas competiciones, algo que sería más que injusto para algunos equipos.
Es toda una incertidumbre lo que ocurrirá los próximos días, si esto cesará o seguirá yendo a más, pero, por el momento, el deporte español -como el de otros muchos países- queda paralizado y pendiente de la evolución de esta situación.