El Grupo Municipal de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Pozoblanco, por medio de su portavoz, Miguel Calero, señala que el equipo de gobierno y el alcalde, Santiago Cabello, «realiza prácticas de injerencia, ninguneo, desprestigio social y posible caso de acoso laboral a los funcionarios municipales que no se pliegan a sus deseos».
Calero asegura que el alcalde ejerce su labor «desconfiando de los funcionarios y de su propio equipo de gobierno. No sabe delegar, lo que ralentiza la gestión y produce un sobrecoste a las arcas municipales».
En una nota de prensa, indica que «la inestabilidad en la ocupación del puesto de Intervención repercute en el funcionamiento del Ayuntamiento y del municipio», y en cuanto a las obras, como la del Risquillo, «se alargan en el tiempo por la falta de planificación y los cambios de parecer de Santiago Cabello».
A juicio de Miguel Calero, el alcalde realiza injerencias, dando instrucciones a maestros y albañiles. Para el portavoz de Izquierda Unida, Santiago Cabello «tiene que dejar de culpar a las/los técnicos y cubrir los puestos vacantes que hay en la plantilla y rentabilizar los efectivos», a la vez que señala que ha destinado a un funcionario a un puesto «en el que no tiene nada que hacer, suponiendo un gasto innecesario y un despilfarro para el Ayuntamiento».
