La Virgen de Luna está preparada para venir mañana a Pozoblanco. Esta noche será la última que pase en el santuario. Estos días ha estado pendiente de Ricardo Latorre Blanco, uno de sus vecinos preferidos, que se ha marchado precisamente en el fin de semana de su partida. Ricardo tiene el cortijo junto a la espalda del Santuario, Charcollana. Santuario y Charcollana parecen vivir juntos, formando un tándem perfecto. Su mar de encinas y su tierra son el marco perfecto para el templo.
Durante muchos años, La Virgen de Luna y Ricardo, han sido unos vecinos que se han llevado muy bien. Era fácil llevarse bien con Ricardo que fue una persona inteligente, sensata y noble. Un buen vecino que echarán en falta en Dos Torres, Alcaracejos , Pozoblanco y en Los Pedroches. Hizo una gran labor en la Caja Provincial y en Cajasur, un hombre que llegaba a un acuerdo siempre y muy servicial. Buen compañero, buen director y buena persona. Gran comercial y hombre de calle. Le apasionaban los coches y el campo. Le gustaba perderse entre encinas, olivos y senderos. Ricardo fue el primero de diez hermanos. Heredó el carácter de su madre. Una mujer adorable, inteligente y familiar. Descanse en paz Ricardo Latorre Blanco. La Virgen ha querido llevárselo en estos días. Esta noche lo estará esperando. Los dos harán el camino.