
Las ganaderías de sello torista tienen su sitio. Adolfo Martín, que estará en Pozoblanco, lo representa. Bravura al servicio de la emoción en el ruedo. Adolfo Martín es el toro con mayúsculas. Es única. Una ganadería muy pura y brava.
El toro de Albaserrada, es un tipo de animal criado para dar espectáculo porque es un toro que emociona, que embiste con agresividad y que no perdona los errores. Pero luego tienen cosas muy buenas para el torero y también para el aficionado, ya que este es un tipo de toro, y en general toda la ganadería, que humilla mucho, se emplea y exige, porque el toro tiene que exigir, pero luego acomete despacio y permite torear con profundidad.
Estarán los toros de Adolfo en esa corrida del sábado de feria (este año no hay la de pre-feria) con Antonio Ferrera, que la última vez estuvo sobresaliente en Pozoblanco. Este año quizá no esté tan acertado pero es un torero con duende y que sabe enfrentarse a cualquier tipo de toro. Torero diferente y que, si le sale la tarde, puede ser un espectáculo.
Con él, Manuel Escribano que sabe enfrentarse a este encaste aunque las dos últimas cornadas graves que ha sufrido ha sido con toros de Adolfo (en Alicante y en Madrid). No se arruga el de Gerena que le plantará cara con su saber hacer. Cierra el cartel Alberto Lamela que es un torero que se caracteriza por su valentía y no arrugarse nunca en la plaza.
En cuanto a la de rejones está la novedad de Guillermo Hermoso de Mendoza que pisará por primera vez el coso de Los Llanos. Su cuadra de caballos es espectacular. Va a ser una novedad muy atractiva para el aficionado porque estamos ante el rejoneador con más futuro del escalafón. Sin olvidar a Leonardo que ya se consagró pero que, cada año, está mejor. Lea Vicens volverá a una plaza en la que siempre ha mostrado un gran nivel.