Denuncian dos episodios recientes de agresiones y amenazas producidas en este centro
Los profesionales sanitarios del Centro de Salud de Pozoblanco (Unidad de Gestión Clínica de Pozoblanco) han recibido este viernes el apoyo de sus compañeros de otras unidades en la concentración que han realizado para mostrar su rechazo a las amenazas y agresiones que han sufrido recientemente dos trabajadores de este centro.
En el acto estuvieron presentes el alcalde de Pozoblanco, Santiago Cabello; la directora gerente del Área Sanitaria Norte, Ana Leal y representantes de organizaciones sindicales, entre otros.
El director del Centro de Salud, Alfredo Moyano, leyó un breve manifiesto en el que ha señalado que “a la inseguridad soportada durante la pandemia y cuando aún resuenan los aplausos de la mayoría de la población que agradecemos sinceramente, no podemos unir el riesgo gratuito e inmerecido de la agresión sufrida por dos profesionales en el desempeño de su labor”.
Y añadía que “no pretendemos ser héroes, pero tampoco mártires, sólo somos profesionales entregados a nuestra actividad vocacional, sin esperar otra recompensa que el reconocimiento y el respeto”.
El director insistía en que “en este camino han caído demasiados compañeros como para soportar más incomprensión y ser diana de los dardos del malestar de algunos de nuestros ciudadanos”. En este sentido subrayaba que “los profesionales del sistema sanitario somos conscientes de las dificultades en la asistencia que emana de la situación actual que padece la sociedad”, unas dificultades que tratan de mitigar en el día a día “con el compromiso de nuestros sanitarios, haciendo uso de su reconocida responsabilidad”, si bien esto “no puede justificar ni tolerar ningún tipo de agresión y amenazas”, algo que “no creemos merecer”.
Finalmente piden justicia y el apoyo de las autoridades sanitarias y civiles y de los usuarios del sistema sanitario en general, a la vez que demandan la responsabilidad que establece la legislación a los agresores actuales y a los venideros.
El acto terminó con un aplauso de las personas concentradas.